ayudarte. Ya consideró los problemas de todo el mundo: el caos y el dolor causados por el pecado. Y en el momento indicado, envió a su único Hijo para que pagara el precio supremo: la muerte, para que pudiéramos unirnos a Cristo y los unos con los otros. De la misma manera, en el momento justo, Dios tomará en cuenta el problema de tu familia. No podemos salvarnos a nosotros mismos. No podemos cambiar de opinión sobre Dios y nuestra necesidad de él. Pablo afirma que “aún éramos débiles” cuando Dios
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